28 de abril de 2021
Meizhu Lui
A veces, nuestros paquetes tienen un tránsito difícil. Los paquetes más pesados pueden aplastar a los más delicados o algo que enviamos podría caerse y romperse en un piso de concreto. Las cajas pueden llegar rasgadas, las esquinas rotas. Solo podemos esperar que las partes internas no se hayan roto más allá de la reparación.
Los migrantes mexicanos también soportan un tránsito difícil. Sabemos del daño físico: la sed, el hambre, las ampollas en los pies, las palizas, las violaciones. Pero los migrantes también enfrentan traumas internos invisibles, el daño que hace que la vida humana normal sea casi imposible.